VIDEOJUEGOS AL SERVICIO DE LA INDUSTRIA. APLICACIONES INDUSTRIALES, EMPRESARIALES Y PROFESIONALES DE LA TECNOLOGÍA DE VIDEOJUEGOS.
Desde siempre la informática ha mirado a los videojuegos como ese familiar al que nadie tiene mucho aprecio, considerándolos como algo “menor” dentro de la gran familia de la tecnología. Su carácter lúdico y la marginación profesional han sido desde antiguo la señal de identificación de este sector. Pero algo ha cambiado en el mundo del ocio digital desde hace unos años. Las enormes cuotas de éxito y fama alcanzados por muchos títulos, la universalización de los juegos entre el gran público y las cada vez más altas cifras de negocio alcanzadas, han servido para dar un vuelco a esa concepción.
Por hacernos una idea en general de la dimensión que ha tomado el fenómeno del videojuego, podríamos dar un dato que es muy revelador y que hace apenas un lustro desbordaría todas las previsiones. El dato es que solamente la industria del videojuego, sin contar las otras múltiples aplicaciones, solo el ámbito del ocio, tiene un volumen de facturación que es más del doble que el de la industria cinematográfica. Y por dar un dato de la implantación en la sociedad del fenómeno social que supone el videojuego, hay que decir que en encuestas realizadas entre europeos con edades comprendidas entre 16 y 64 años, revelan que el 48% de ellos juegan a videojuegos, ya sea de manera habitual u ocasional.
La tecnología informática tiene la capacidad de poner al servicio de la sociedad productos y proyectos que generan experiencias distintas y singulares, que tienen que ver con el aprendizaje, con el entrenamiento profesional, lleva a cabo la realización de simuladores interactivos multimedia, realiza experiencias en gamificación y “serious games”, en diseño 3D, realidad virtual y aumentada, que son de aplicación y están dirigidas a multiplicidad de sectores como el farmacéutico, el minero, la banca, la medicina, la educación, las asociaciones y administraciones públicas, el sector editorial, la ingeniería y muchos otros.
Todas estas aplicaciones prácticas en nuestros tiempos ya son una realidad contundente. Y en todos estos ámbitos, antes enumerados, se han llevado a cabo trabajos y se están comercializando productos relacionados con los mismos, aportando soluciones nunca antes pensadas.
Esto nos permite tener productos diversos como sistemas para la rehabilitación física y mental; sistemas virtuales de reanimación cardiopulmonar; herramientas virtuales para cumplir con los protocolos y procedimientos de enfermería; herramientas para conocer y automatizar los protocolos de seguridad en vehículos automóviles híbridos; aplicaciones interactivas para la escuela, donde a las nuevas generaciones se les enseñan los conocimientos y competencias relacionados con la seguridad vial de manera divertida e interactiva; simuladores virtuales de laboratorio virtual para la formación de competencias profesionales de los trabajadores de la industria química; sistemas capaces de formar y de capacitar y entrenar a trabajadores en determinados procesos de trabajo diarios en distintos ámbitos industriales, químicos o electrónicos; simuladores ramificados dirigidos a la formación online en el manejo de maquinarias de distintas producciones industriales; etc. Consiguiendo de esta manera una altísima participación y satisfacción de los trabajadores con la formación que están recibiendo.